Presidenta de Argentina promulga ley antitabaco
TeleSUR

Una rigurosa ley antitabaco promulgó este lunes la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, al recordar que ella misma fue una intensa fumadora que logró abandonar ese hábito, años después de sufrir la interrupción de un embarazo.
 La normativa, entre otras cosas, impide fumar en lugares públicos y limita la publicidad de cigarrillos.

En el acto de firma de la nueva iniciativa legal, realizada en la Casa Rosada (Buenos Aires), la Mandataria argentina explicó que ella llegó a fumar dos cajetillas de cigarros al día, y que su fallecido esposo y antecesor, Néstor Kirchner, consumía incluso el doble.

«Pero la noche del 31 de diciembre de 1988 decidí que iba a dejar de fumar. Fumé un cigarro tras otro, hasta que apagué el último a las 12 de la noche y nunca más volví a tomar uno», dijo Fernández en un acto oficial.

Agregó que apenas cinco meses después comenzó su primera campaña electoral, en ese caso para ser diputada, y muchos apostaron a que la presión de las giras la iba a orillar nuevamente a fumar.

«Hacían apuestas pensando que no iba a aguantar, pero pude, porque siempre que me he propuesto un objetivo, lo he logrado. Y él (Kirchner) dejó de fumar cuatro años más tarde», dijo entre aplausos de funcionarios.

En un inusual discurso con un tono muy personal, la presidenta argentina aprovechó las advertencias hechas por el ministro de Salud, Juan Manzur, sobre la manera en la que el tabaquismo afecta a las mujeres y a la maternidad.

Fernández explicó que cuando quedó embarazada de su hijo mayor, Máximo, no fumó, pero retomó el hábito después de parir y en 1984 perdió un embarazo avanzado de seis meses en el cual esperaba a su segundo hijo varón.

«Luego intenté quedar embarazada otra vez pero no pude. Yo dejé de fumar en diciembre de 1988, y 11 meses después, en noviembre de 1989, quedé embarazada de mi hija Florencia. No sé si tiene que ver, pero estadísticamente entra en las posibilidades», dijo.

La Ley antitabaco que fue aprobada la semana pasada en el Senado declara al país suramericano 100 por ciento libre de humo porque impide fumar en todo tipo de lugares públicos y limita la publicidad de los cigarrillos.

De acuerdo con datos oficiales, el tabaquismo provoca cada año 40 mil muertes en Argentina pero, a pesar de su impacto, el Congreso aún no aprueba el Convenio para el Control del Tabaco propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según lo que establece la normativa, a partir de ahora, los fumadores no podrán encender cigarrillos en ambientes públicos y laborales, las empresas tabacaleras no podrán hacer publicidad de cigarrillos ni promocionar sus actividades y deberán incluir mensajes que alerten sobre los efectos nocivos para la salud causados por el cigarrillo, además de publicar en las cajetillas información sobre el servicio gratuito para dejar de fumar que suministre el Ministerio de Salud.

La norma establece prohibición de vender, exhibir, distribuir y promover productos elaborados con tabaco en escuelas públicas o privadas, hospitales, oficinas y edificios públicos; medios de transporte públicos, museos, clubes y salas de espectáculos públicos como: cines, teatros y estadios; así como la venta de productos elaborados con tabaco a menores de 18 años.

Asimismo se prohíbe la venta por unidad, ya sea por medio de máquinas expendedoras o “por cualquier otro método” y establece que los envases de productos elaborados con tabaco deberán llevar insertos una imagen y un mensaje sanitario que describa los efectos nocivos de su consumo.

Entre las sanciones por violación de la Ley establecen infracciones equivalentes en pesos al valor de entre 250 a un millón de paquetes de 20 cigarrillos de los de mayor precio, así como prevé el decomiso y la destrucción de materiales elaborados con tabaco y la clausura de locales.

Ya desde octubre del 2006 en Argentina existe una prohibición de fumar en lugares públicos, bares y restaurantes. Los no fumadores podrán exigir a los propietarios de establecimiento que impidan a los clientes el consumo de cigarrillos en esos espacios.

De acuerdo con datos oficiales, el 33 por ciento de la población argentina, que equivale a unas ocho millones de personas, son fumadoras mientras que las enfermedades vinculadas al consumo del tabaco producen unas 40 mil muertes anuales.

El 26 por ciento de las mujeres en edad fértil fuman y tienen un consumo promedio de 9,4 cigarrillos diarios, mientras un 34 por ciento está expuesta al humo de tabaco ajeno. Además, que entre 15 y 20 por ciento de las mujeres embarazadas son fumadoras, uno de los porcentajes más altos en América y el mundo.

El Ministerio de Salud advirtió que esta adicción disminuye entre 8 y 10 años de vida a las personas.

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