Brasilia, 17 ene (PL) El número de 26 muertos por la masacre en la penitenciaría de Alcazuz, la mayor del estado brasileño de Río Grande del Norte, puede aumentar hoy, cuando se revisen las fosas existentes en el interior del recinto.
Las labores, a cargo de un equipo de la Compañía de Aguas y Alcantarillados, debieron acometerse la víspera, pero fueron pospuestas después que se produjera un nuevo tumulto en el interior del recinto y los presos volvieran a ocupar el techo de uno de los pabellones.
Autoridades estaduales de seguridad pública negaron sin embargo que se tratara de una nueva rebelión, aunque, según la Agencia Brasil, admitieron que debido al ‘clima tenso’ existente dentro del presidio también se dejarían para este martes el inicio de la revisión de las celdas y el recuento de los presos.
El sábado último comenzó una revuelta en la Penitenciaría Estadual de Alcazuz, localizada a unos 25 kilómetros de Natal, la capital de Río Grande del Norte, que se prolongó por cerca de 14 horas y durante la cual fueron decapitados o carbonizados 26 detenidos.
La víspera, cinco reos señalados como presuntos líderes de la facción responsabilizada con el motín fueron trasladados a otra prisión, después que integrantes del Batallón de Operaciones Especiales (Bope) y de la Policía Militar ingresaran a los pabellones de la cárcel, confirmó la Secretaría de Seguridad Pública y Ciudadanía (Sejuc).
Por su parte, el gobernador de Río Grande del Norte, Robinson Faría, anunció a través de las redes sociales que solicitará al Gobierno federal el aumento del contingente de la Fuerza Nacional dislocada en ese territorio.
Faría asistirá hoy aquí a la reunión convocada por el ministro de Justicia Alexandre de Moraes para analizar el tema de la seguridad en el país y para la cual fue confirmada también la presencia del presidente Michel Temer.
En los primeros 15 días de este año fueron asesinados más de 130 reclusos, la mayor parte de ellos degollados o carbonizados.
Además de la masacre de Alcazuz, la mayor registrada en la historia del sistema penitenciario de Río Grande del Norte, el pasado fin de semana en la Penitenciaría Estadual de Piraquara, Paraná, se dieron a la fuga 28 presos y dos resultaron muertos en los enfrentamientos con los policías que intentaban detener la estampida.
Según declaró a los medios de prensa el secretario de Seguridad Pública de ese estado, Wagner Mesquita, por el modo en que se desarrolló la acción y el apoyo recibido por los reos desde el exterior, ‘está claro que fue orquestada por el crimen organizado y puede tener relación con la onda de crímenes que tiene lugar en las cárceles del norte del país’. Alrededor de las tres de la madrugada se produjo un tumulto entre los presos, evidentemente con el propósito de desviar la atención de los agentes penitenciarios, y casi tres horas después hubo dos fuertes explosiones que derribaron parte del muro de la prisión y cerca de 15 hombres fuertemente armados cubrieron la evasión, relató. En lo que va de año, las revueltas en los presidios de Brasil causaron la muerte de por lo menos 134 reclusos, más de la tercera parte de todos los asesinatos registrados el pasado año en los precintos (372).
A los 28 homicidios reportados este domingo se sumaron los dos ocurridos el viernes en la prisión de Tupi Paulista, en el estado de Sao Paulo. Antes fueron masacrados 67 presos en Amazonas, 33 en Roraima y dos en Paraíba y Alagoas.
lam/mpm
Autoridades estaduales de seguridad pública negaron sin embargo que se tratara de una nueva rebelión, aunque, según la Agencia Brasil, admitieron que debido al ‘clima tenso’ existente dentro del presidio también se dejarían para este martes el inicio de la revisión de las celdas y el recuento de los presos.
El sábado último comenzó una revuelta en la Penitenciaría Estadual de Alcazuz, localizada a unos 25 kilómetros de Natal, la capital de Río Grande del Norte, que se prolongó por cerca de 14 horas y durante la cual fueron decapitados o carbonizados 26 detenidos.
La víspera, cinco reos señalados como presuntos líderes de la facción responsabilizada con el motín fueron trasladados a otra prisión, después que integrantes del Batallón de Operaciones Especiales (Bope) y de la Policía Militar ingresaran a los pabellones de la cárcel, confirmó la Secretaría de Seguridad Pública y Ciudadanía (Sejuc).
Por su parte, el gobernador de Río Grande del Norte, Robinson Faría, anunció a través de las redes sociales que solicitará al Gobierno federal el aumento del contingente de la Fuerza Nacional dislocada en ese territorio.
Faría asistirá hoy aquí a la reunión convocada por el ministro de Justicia Alexandre de Moraes para analizar el tema de la seguridad en el país y para la cual fue confirmada también la presencia del presidente Michel Temer.
En los primeros 15 días de este año fueron asesinados más de 130 reclusos, la mayor parte de ellos degollados o carbonizados.
Además de la masacre de Alcazuz, la mayor registrada en la historia del sistema penitenciario de Río Grande del Norte, el pasado fin de semana en la Penitenciaría Estadual de Piraquara, Paraná, se dieron a la fuga 28 presos y dos resultaron muertos en los enfrentamientos con los policías que intentaban detener la estampida.
Según declaró a los medios de prensa el secretario de Seguridad Pública de ese estado, Wagner Mesquita, por el modo en que se desarrolló la acción y el apoyo recibido por los reos desde el exterior, ‘está claro que fue orquestada por el crimen organizado y puede tener relación con la onda de crímenes que tiene lugar en las cárceles del norte del país’. Alrededor de las tres de la madrugada se produjo un tumulto entre los presos, evidentemente con el propósito de desviar la atención de los agentes penitenciarios, y casi tres horas después hubo dos fuertes explosiones que derribaron parte del muro de la prisión y cerca de 15 hombres fuertemente armados cubrieron la evasión, relató. En lo que va de año, las revueltas en los presidios de Brasil causaron la muerte de por lo menos 134 reclusos, más de la tercera parte de todos los asesinatos registrados el pasado año en los precintos (372).
A los 28 homicidios reportados este domingo se sumaron los dos ocurridos el viernes en la prisión de Tupi Paulista, en el estado de Sao Paulo. Antes fueron masacrados 67 presos en Amazonas, 33 en Roraima y dos en Paraíba y Alagoas.
lam/mpm