Solo siete semanas lleva el 2017 y ya el presidente de Argentina, Mauricio Macri, echó para atrás al menos cinco medidas de su gestión.
Las quejas por parte de la oposición no se hicieron esperar y terminaron en el reenvío de la iniciativa presidencial al Congreso, que el pasado jueves fue sancionada por los diputados.
Macri aunque tomó distancia de lo dicho por Centurión aún lo mantiene en el mismo cargo.
Por su parte, el excarapintada pidió perdón, ratificó sus dichos, y ahora es imputado por «apología del delito».
El presidente argentino declaró que no estaba al tanto de la situación y pidió al ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, «volver a foja cero», es decir, recomenzar el proceso desde el principio.
La ley 26.417, conocida como ley de movilidad jubilatoria, sostiene que la actualización de las remuneraciones se debe fijar dos veces al año sobre todas las prestaciones a cargo del sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).
Sin embargo, la disminución en el aumento se transformó en un nuevo motivo para repudiar las políticas de Macri, quien el pasado miércoles dijo que había cambiado la normativa que regula el cálculo de las pensiones.
Este jueves Macri confirmó que dio marcha atrás a esta medida.