Fuentes diplomáticas confirmaron que el traspaso se hará efectivo el fin
de semana, pese a que la cancillería de Uruguay canceló la reunión
prevista en Montevideo para zanjar la crisis política que ha impedido
que Venezuela ejerza su derecho a asumir la presidencia rotatoria.

Después de meses de negociaciones, el gobierno de Uruguay traspasará
finalmente la presidencia protémpore del Mercosur a Venezuela.
Según fuentes diplomáticas consultadas por el diario de derecha ABC de
Paraguay, el traspaso se hará efectivo el fin de semana, pese a que la
cancillería de Uruguay canceló la reunión del Consejo del Mercosur,
prevista para el 30 de agosto en Montevideo, porque Brasil y Paraguay se
niegan a asistir.

Sin embargo, el parlamentario uruguayo Ernesto
Aggazi, entrevistado este jueves por VTV, aclaró: «No se suspendió la
reunión, la boicotearon, y lo que decidió el presidente pro témpore del
Mercosur, que es el presidente Tabaré Vásquez, es que el sábado él
traspasa la presidencia al presidente Nicolás Maduro. Esa es la norma,
así funciona y va a seguir funcionando después», reseña El Universal.

Brasilia y La Asunción quieren
impedir que Caracas asuma el cargo en el bloque, bajo el argumento de
la supuesta persecución del gobierno del Presidente Nicolás Maduro a la
oposición política. La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, ha
rebatido los señalamientos y defendido el derecho de su país a presidir
el bloque sin condicionamientos de ningún tipo.

El Acuerdo de La
Asunción y el Tratado de Ouro Preto, normas que establecen las reglas
para el traspaso, establecen que los únicos requisitos para ejercer la
presidencia de Mercosur es que se rote cada seis meses y se haga por
orden alfabético.

Por esas razones Uruguay, que posee actualmente
la presidencia, está de acuerdo en hacer el traspaso. No obstante,
Montevideo abrió el abanico de negociaciones con los socios de Brasil y
Paraguay para buscar una solución consensuada que, finalmente, no se
logró por la férrea postura de esas cancillerías.

Con o sin los demás socios

Fuentes diplomáticas venezolanas,
consultadas por RT, indicaron que la transferencia podría hacerse
efectiva este fin de semana pero sin mayor pompa: «será casi con las
luces apagadas».

La asunción de Venezuela es la salida menos
complicada para el bloque. Si no se hacía, habría supuesto la suspensión
de facto para Caracas y, en consecuencia, la reformulación de la
alianza regional sin la presencia de un socio que completa la ecuación
comercial por sus ingentes riquezas energéticas.

La otra opción
era dejar acéfalo el bloque durante los seis meses que le corresponden a
Venezuela, lo que habría retrasado aún más las negociaciones
comerciales con Europa.

Aunque no han habido pronunciamiento desde
Montevideo o Caracas, se espera que el protocolo mínimo se oficialice
al término de esta semana.

Nazareth Balbás