Túnez, 25 ago (PL) La coalición gobernante en Túnez se tambalea hoy tras acusaciones del presidente Moncef Markuzi de que el partido Annajda (islámicos) trata de monopolizar el poder con el nombramiento de sus miembros a cargos clave.
Nuestros hermanos de Annajda trabajan para controlar las operaciones polÃ�ticas y administrativas del Estado, afirma Markuzi en una carta leída la víspera por un asesor en la apertura del congreso de su partido.
Markuzi, cuyo cargo es ceremonial, es miembro del Congreso para la República (CPR, francés), que además del partido Ettakatol integra la coalición tripartita que gobierna en Túnez, liderada por el primer ministro Hamadi Jbeli, el secretario general de Annajda.
La misiva del mandatario afirma que la «conducta (de los islámicos) nos recuerda la pasada era del dictador Zine el Abidine ben Alí» por el nombramiento de seguidores de Annajda en puestos claves estén calificados o no».
Ben Alí, que desalojó de la presidencia con un golpe de Estado incruento al expresidente Habib Burguiba en 1987, fue derrocado por masivas protestas populares el año pasado después que un joven desempleado se inmoló en protesta por las críticas condiciones que atraviesa la población.
En ocasiones anteriores los desacuerdos entre Marzuki y Jbeili se han hecho patentes, aunque los puntos de choque críticos radican en la redacción en curso de la Constitución y cómo reflejará los derechos femeninos, causa de protestas callejeras la semana pasada, y la deportación a Libia del
exprimer ministro de ese país Bagdadi al Majmudi.
Después de las alegaciones del mandatario queda por ver la reacción de la cúpula de Annajda, que cuenta con una mayoría sustancial en el Poder Legislativo.
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