Hospitales venezolanos retirarán de forma gratuita prótesis mamarias fabricadas en Francia
TeleSUR

La ministra de Salud de Venezuela, Eugenia Sader, informó este lunes que las pacientes que desean retirar los implantes mamarios fábricadas por la empresa francesa Poly Implant Prothese (PIP) podrán dirigirse a los hospitales a retirarlos de forma gratuita.

Detalló que las pacientes pueden dirigirse a la consulta externa de cirugía plástica de cualquier centro hospitalario para realizar la evaluación respectiva, pero aclaró que las prótesis no serán reemplazadas.

Recordó que un grupo importante de prótesis mamarias PIP entraron al país de forma ilegal. «No hubo, en ningún momento, registro sanitario. Fueron colocadas en forma ilegal y ahora esas pacientes están corriendo riesgo”, recalcó.

Los implantes de seno son muy comunes en Venezuela. De hecho, se estima que cuatro mujeres venezolanas se hacen una operación de esta naturaleza en el país cada hora. El problema es que ahora ha trascendido, que la empresa que fabrica estas prótesis en Francia, que es la que más los vende en Venezuela, ha sido señalada por el Gobierno como responsable de fabricar prótesis que pueden resultar dañinas para la salud.

La Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica (Svcprem) ha llamado a la calma puntualizando que el Gobierno de Francia sólo ha recomendado «por precaución y sin urgencia», retirar las prótesis mamarias fabricadas por Poly Implant Prothese.

Pero, por supuesto que esto no tranquiliza a gran parte de las 40 mil mujeres al año que se han realizado cirugías de seno en Venezuela utilizando con toda probabilidad los productos de esta compañía.

Y la preocupación se justifica cuando se investiga a fondo las razones por las cuales el Gobierno francés prohibió las operaciones de esta empresa.

Por ejemplo, las autoridades descubrieron que la empresa PIP utilizó prótesis de mala calidad a base de silicona industrial en vez de la que se usa en el campo de la medicina. Esto da pie a que ocurran rupturas con consecuencias nefastas para las pacientes.

Para colmo tampoco se puede hacer nada en términos de compensación monetaria para que se remuevan las mismas porque la compañía se declaró en quiebra a raíz de estos descubrimientos.

Antes de que fuera liquidada en marzo del 2010, la empresa llegó a fabricar alrededor de 100 mil prótesis cada año, la mitad de las cuales fueron exportadas a Suramérica, principalmente a Venezuela, Brasil, Colombia y Argentina.

En Colombia, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), informó que alrededor de 15 mil unidades de PIP habrían sido implantadas en Colombia, antes de que cancelara, en octubre de 2010, el registro sanitario a este producto y se recogieran y destruyeran 9 mil 497.

Según las estimaciones, al menos 300 mil implantes PIP, se usaron en América Latina.

En Francia, al rededor de 30 mil mujeres y, posiblemente, decenas de miles más en todo el mundo se enfrentan a la posibilidad de verse obligadas a extraer sus implantes de seno defectuosos que se sospecha están conectados a casos de cáncer.

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