Combates callejeros en Sirte, repudiados insurgentes libios y OTAN
Por: Ulises Canales

Trípoli, 6 oct (PL) Violentos combates arreciaron hoy en calles de Sirte entre leales a Muamar El Gadafi e insurgentes libios, a quienes residentes responsabilizaron, junto con la OTAN, de numerosas muertes y destrucción durante varias semanas de ofensiva.

Medios impresos y televisivos árabes reseñaron que, pese a la incapacidad de las huestes del autodenominado Consejo Nacional de Transición (CNT) para dominar el centro de la ciudad, se registran «fieros enfrentamientos» dentro del área urbana.

Un portavoz de los sublevados aseguró al canal Al-Arabiya que las tropas del CNT controlan ahora más de la mitad de la localidad natal de El Gadafi, pero admitió que el pronosticado «asalto final» podría demorar debido a la tenaz resistencia de los progubernamentales.

Además de disparos de cohetes, obuses de mortero y otros arsenales, apoyados por bombardeos aéreos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), los insurgentes infiltraron hombres para el combate «cuerpo a cuerpo y calle a calle», apuntó Al-Arabiya.

El CNT, cuya sublevación contra el gobierno de El Gadafi ha sido articulada y respaldada plenamente por potencias occidentales de la OTAN, insiste en que la batalla por Sirte está en sus «fases finales».

Si bien los insurrectos tomaron esta capital a finales de agosto -momento en que El Gadafi pasó a luchar en la clandestinidad- y llevan más de tres semanas de cerco y ataques diarios contra Sirte, no han logrado doblegar allí ni en Bani Walid a las tropas del líder libio.

El limitado avance, acompañado de múltiples repliegues forzados, aumentó la frustración y, por consiguiente, acciones indiscriminadas que han provocado víctimas civiles y un deterioro de la situación humanitaria, de acuerdo con empleados de la Cruz Roja Internacional.

Personal de esa organización humanitaria advirtió días atrás de la catástrofe imperante en Sirte debido a las incursiones de la OTAN, la intensidad de los enfrentamientos y el asedio de los alzados, pues heridos -civiles y militares- mueren por falta de tratamiento.

Entretanto, muchos residentes en esa ciudad con costas al Mediterráneo acusaron al CNT de «actuar con venganza» y permitir que sus aliados de Occidente «nos traigan bombas, devastación y muerte».

Consultados por corresponsales extranjeros, pobladores de Sirte compararon a El Gadafi con «el marco de un cuadro. Cuando parte del marco es dañado, el resto de la foto se romperá, Libia será destruida».

Varios entrevistados aseguraron que la OTAN y el CNT «inician y acaban sus días bombardeándonos» con el fin de capturar al líder libio, aunque «tengan que matar a 50 mil personas para cambiar de régimen».

Testigos denunciaron que tras capturar la aldea de Qasr Abu Hadi, en el sur de Sirte, insurgentes libios oriundos de la ciudad de Misratah se vengaron saqueando y quemando casas, además de llevarse oro, muebles y vehículos pertenecientes a seguidores de El Gadafi.

mv/ucl