Gobierno EE.UU. evaluó bombardear Siria en junio de 2007
Cheney aconsejó al entonces presidente George W. Bush lanzar una andanada de misiles contra un silo nuclear supuestamente localizado en territorio del país árabe.
Sin embargo, Bush no se decidió a escuchar ese llamado porque recordó los errores de inteligencia que condujeron a que Washington ubicara en Iraq armas de destrucción masiva, que finalmente nunca existieron.
Luego Bush -explica Cheney- se decidió por las «presiones diplomáticas para que los sirios abandonaran el programa secreto», pero los israelitas destruyeron la presunta instalación atómica en septiembre del mismo año.
Según el rotativo, el libro del vicepresidente «está escrito en un tono agresivo, expresa arrepentimiento por acciones controversiales de la Casa Blanca, y enumera conflictos internos en el principal círculo de poder estadounidense».
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