La neocolonial educación petrolera
Por: Joel Sangronis Padrón

Por la ignorancia nos han dominado más
Que por la fuerza
Simón Bolívar.

Con ocasión de la defensa de mi tesis (Análisis de la Geopolítica Petrolera Mundial) para optar al título de Magister Scientarum (increíblemente la primera tesis que sobre el tema se realiza en la UNERMB, universidad enclavada en la más tradicional zona petrolera de Venezuela), pude conversar y reflexionar con los miembros del jurado sobre la crónica ignorancia o desconocimiento que la enorme mayoría de los venezolanos adolece sobre los aspectos sociopolíticos y estratégicos de este tema, de por sí tan importante y trascendente para cada una de las personas que vivimos en este país. Para bien o para mal desde hace 80 años somos un país que vive, de una forma u otra, de la riqueza petrolera acumulada en nuestro subsuelo.

Alguien seguramente argumentará que el petróleo es un tema complejo manejado sólo por especialistas, pero esta afirmación, aparte de manipuladora, interesada y tecnocrática, tampoco responde a la realidad; hace cerca de cuatro años atrás, con ocasión de asistir como profesor invitado a regentar la cátedra de Geopolítica de los Hidrocarburos en el post grado de Crudos Pesados y Extra pesados que la UNEFA dicta en Maracaibo, me vi desagradablemente sorprendido por los muy bajos niveles de conocimiento que la mayoría de los participantes (ingenieros petroleros y químicos, empleados casi todos de PDVSA) mostraban sobre la materia. Aun recuerdo la expresión de rabia e indignación de un joven ingeniero petrolero al estudiar y comprender la estafa que significó para el país el llamado proceso de apertura petrolera, o las leoninas condiciones a las cuales se obligó nuestra estatal petrolera al adquirir Citgo en los EEUU, o como se nos ocultó por décadas las verdaderas dimensiones, magnitud y valor de la Faja Petrolífera del Orinoco. ¿Por qué nadie nos habló de esto en la universidad? Fue el reclamo permanente y generalizado.

Este desconocimiento de la naturaleza e intereses del tema petrolero por parte de los venezolanos no fue, ni por asomo, obra de la casualidad. Obedeció desde un principio a una coordinada y sistemática estrategia neocolonial: No se ama lo que no se conoce, ni se defiende aquello sobre lo que no hemos desarrollado sentido de pertenencia porque jamás hemos considerado propio. Hay que recordar que todo lo referente al petróleo y a las compañías petroleras nació, para el imaginario popular venezolano, como algo extraño, prohibido y lejano. Los campos petroleros eran enclaves extranjeros, cercados, y su acceso, salvo para determinado personal, prohibido para el resto de los venezolanos. Esa lejanía y extrañeza fue sostenida y cultivada desde los programas educativos que los distintos gobiernos venezolanos del siglo XX impusieron a nuestra sociedad. La ausencia del tema petrolero en los pensa y programas educativos venezolanos fue un denominador común en los últimos 80 años. Esta pauta fue impuesta por los sistemas escolares que las transnacionales crearon en sus campos. Las petroleras crearon muchas escuelas pero se cuidaron mucho de que en los programas y contenidos que en ellas se impartían nunca se tratara el tema de la riqueza petrolera, su propiedad y su destino.

Venezuela fue, durante 80 años, un laboratorio de experimentación de técnicas sociopsicológicas de manipulación y alienación, por ello:

¿Cuántos de nuestros libros de primaria o secundaria nos hablan del petróleo más allá de los anecdóticos relatos sobre el Zumaque No 1 y del reventón del Barroso No 2?

¿Por qué las primeras luchas clasistas y nacionalistas de nuestros obreros petroleros no son enseñadas y reivindicadas con la misma regularidad y profundidad de otros hechos menos relevantes de nuestra historia?

¿Por qué la destrucción de nuestros ecosistemas por parte de las transnacionales del petróleo no es asumida y explicada como un objetivo de nuestra educación ambiental?

¿Por qué el alcoholismo que estas empresas promovieron y fomentaron como un mecanismo de control social y dominación no es estudiado como un problema de salud pública y de seguridad nacional?

En el tema petrolero, como en quizás ningún otro, se cumple aquella máxima de “el conocimiento es poder”, por ello, quienes desde el principio organizaron el saqueo de nuestra riqueza hidrocarburífera utilizaron la educación para oscurecer y ocultar antes que para instruir o formar sobre el tema. Anticipándose en décadas a las estrategias de la guerra de 4ta generación, las petroleras utilizaron el desconocimiento y la desinformación sobre nuestra principal riqueza como el más potente instrumento de colonialismo y dominación.

Profesor UNERMB
Joelsanp02@yahoo.com