A FETRAELEC, y al sindicato de CADAFE (UNIDAD)

Por: Ricardo Abud.

La confrontación política en todas las instituciones del Estado venezolano, es sin lugar a dudas un espacio de encuentros y desencuentros en los que la diversidad política se hace visible; es así como nunca dejaré de preguntarme, si hoy somos tantas personas de izquierda, en menos de 10 años, ¿por qué nunca la izquierda fue representativa en esas instituciones, o en los poderes públicos que lo conforman?

Los sindicatos, mayoritariamente, eran expresiones de los gobiernos adeco-copeyanos, compañeros venezolanos que sólo se dedicaron a vivir de las dádivas y los privilegios políticos que significaba ser sindicalista. Lamentablemente esas expresiones del pasado se mantienen presente en algunas estructuras sindicales del país, las cuales debemos replantearlas ante los nuevos paradigmas que representa el momento político que hoy vivimos.

Es un hecho que dentro de FETRAELEC, el sindicato de CADAFE y de todos aquellos que conforman la estructura de la Corporación eléctrica, existen cuadros probados que apoyan a la Revolución bolivariana, pero de igual forma hay compañeros que apoyan el regreso al pasado con todos los vicios que ello conlleva, de ahí que el pescar en río revuelto se haga cotidiano, con lo que se genera descontento y que se contribuya con el caos programado por agentes internos y externos para desestabilizar al país.

Es cierto que FETRALEC consiguió la firma de una nueva contratación colectiva, al margen de lo que la misma pueda representar, no obstante hay un hecho cierto y es que el servicio que presta el sector eléctrico en el país no es auto gestionable. ¿Cómo honrar las deudas?

Todo esto lo traigo a colación por mis intervenciones en la asamblea de trabajadores y posteriormente, a través de un artículo http://www.chamosaurio.org/2010/02/quien-no-lo-entienda-no-es.html, http://www.aporrea.org/ideologia/a95987.html publicado en mi página, y luego en Aporrea y otros medios alternativos. Públicamente he dicho (lo cual sostengo), que desde FETRAELEC se ha engañado al colectivo. Cuáles son las razones que me permiten mantener esa posición:

1. Para finales de diciembre se envió, a través de la red, un correo en el cual se nos informaba el cronograma aprobado para honrar ese contrato colectivo. En diciembre se planteaba la cancelación de un bono único, el cual no se canceló, y nadie de la Federación dio la cara.

2. En enero se cancela parte de ese bono, y se nos llama a una reunión en el auditórium de CADAFE en la cual los compañeros de la Federación nos dicen que a los tres días posteriores de realizada ésta, se honraría la totalidad del bono y otras cuantas cosas más; lamentablemente eso no fue así y la Federación no dio explicaciones.

Sin mencionar el manejo y las expectativas previas a la firma del contrato.

La pregunta que surge es obvia, ¿quién engañó a quién? ¿Las autoridades a la Federación o la Federación al colectivo? Esto tampoco fue aclarado por la dirigencia sindical. Con acciones como éstas la credibilidad y la fe ante la masa de trabajadores y empleados, se pierde.

El colectivo de la Corporación eléctrica no es cohesionado, el odio inoculado por los medios ha permitido, como en cualquier instancia del país, generar sentimientos de animadversión a todo aquello que represente al sector oficial.

Muchos compañeros juegan a desestabilizar a la empresa, la apatía es total. Es así como vemos esfuerzos por parte de otro grupo de compañeros, el sindicato de CADAFE, con todas las diferencia políticas que tiene con FETRAELEC, megáfono en mano (5 ó 6 compañeros) motivando con la arenga a tomar acciones que permitan que se honren todas los compromisos contraídos, pero el mensaje no pernea en los trabajadores.

Otra práctica que se ha hecho común es la distribución de panfletos anónimos, en los cuales se formulan planteamientos que se ven disminuidos porque prevalece la intención del descrédito, lo que constituye una práctica normal de los miedosos, de quienes no dan la cara por temor a que los boten por la cantidad de insultos que escriben.

Ahora bien, muchos de estos compañeritos de nuestros sindicatos y la Federación, se rasgan las vestiduras jactándose de estar con el proceso político que lidera el Comandante Chávez, se abrogan un liderazgo que nadie reconoce, no hay un trabajo político contundente, creador de conciencia, la participación es reducida, la lucha al parecer es sólo reivindicativa, no es motivadora. Las patrullas no se reúnen, o si lo hacen, lo hacen escondidos, para que nadie lo sepa y los identifiquen como seguidores del proceso político que lidera Chávez. En las prácticas de las milicias recién iniciadas, sólo participaron 10 personas, nadie quiere exponerse a que lo tachen de revolucionario, o chavista, éramos los payasitos del circo señalados por todo el mundo. ¿Esa es la clase de participación que queremos y que promueven algunos compañeros “líderes” del movimiento sindical en el sector eléctrico? ¿Es así como vamos a enrumbar a la Corporación Eléctrica a ser una empresa socialista y autogestionaria al servicio del proyecto político que encarna nuestro Comandante Chávez?

¿Sólo vamos a levantar nuestra voz de protesta si no se cumplen o se honran los compromisos contractuales?

¿Cuál es hoy el aporte que hacemos para rescatar al sector eléctrico?

A todos aquellos que me amenazan, incluso que me han tildado de golpista, y que me siguen llenando el correo electrónico de basura, así como vulnerando la privacidad de la red (intranet) entrando en las cuentas electrónicas para satisfacer sus más bajas deformaciones hormonales y continuar atiborrándose de inmoralidad, obligando al usuario al cambio constante de contraseña, o cerrarle el acceso a páginas de corte alternativo, creando la discordia, la zozobra, la desconfianza y la ruptura en personas cercanas o no cercanas a mí para doblegarme, sólo me queda decirles que su estupidez los hace esclavos de su propia mendicidad intelectual y política. El sueño no me lo quitan con sus torpezas, mi sueño sólo es perturbado por el amor, la familia, la salud o por mis hijos. No me van a callar, ni silenciar, mis espacios serán siempre abiertos a la confrontación política en el marco de esa batalla de las ideas y el respeto, mi estabilidad laboral nunca la someteré al silencio cómplice. La crítica constructiva y autocrítica las seguiré utilizando como herramientas del marxismo.

Hace pocos días leía un artículo de mi sobrino, un joven adolescente, en el precitado artículo refería: “La conciencia revolucionaria no se puede dejar llevar por miedos, por prejuicios, ni muchos menos vender la misma a los poderes económicos” (http://chamosaurio.com/2010/02/26/opinion-de-un-no-militante-del-psuv-acerca-del-caso-falcón/), entendí en ese momento que la conducta que hemos mantenido en nuestras vidas, en nuestras familias, mi hermano y yo, ha dado sus frutos, es el amor, el respeto, la fidelidad, la honestidad hacia lo que creemos, sin inducir o manipular, sin arrastrar a nuestros hijos a las marchas.

No hay nada más excluyente que ser pobre.


Patria, Socialismo o Muerte…


Venceremos

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