LOS NIÑOS DE HAITÍ
Materia Prima del Capitalismo
Por: Jorge Mier Hoffman

No fue un terremoto de 7.3 grados en la Escala de Richter lo que destruyó un 70 % las construcciones en la República de Haití; como tampoco es culpa de los huracanes los causantes de los miles de muertos que cada año azotan esa digna población a la que la América entera le debe su libertad e independencia.

Si bien es cierto que los fenómenos sísmicos y meteorológicos causas estragos a nivel mundial, el grado de intensidad del que impactó en Haití no hubiera tenido tal consecuencia catastrófica, como no ocurrió en República Dominicana y otras islas circunvecinas que también fueron sacudidas con igual intensidad.

Entonces ¿Qué pasó en Haití?

No es producto de una maldición como asegura el Psicópata Pastor Pat Robertson que ha hecho de la religión un negocio mil millonario para captar ignorantes incautos estadounidenses… Lo que llevó a la desgracia a los haitianos fue el CAPITALISMO que con su egoísmo, perversión, inhumanidad, insensatez, insensibilidad, avidez de riqueza y corrupción, destruyó la nación hasta sus cimientos con un saldo de más de 200 mil muertos y más de 4 millones de damnificados.

Un CAPITALISMO que por décadas ha sacudido las finanzas del estado haitiano con la intención premeditada de llevar a la población a la miseria, destruir su economía y sembrar su tierra de muerte y miseria atroz, donde miles de niños deambulan como zombi sin mayor futuro que el de competir con las alimañas para obtener algo que comer.

Estadísticamente en función a su población, Haití aporta el mayor porcentaje de los 25 mil niños que mueren cada día en el planeta por causas de la hambruna que afecta el 70 % de la población mundial. La Organización Mundial para la Salud, OMS, arroja estas cifras espeluznantes: 600 millones de niños en el mundo son víctimas de la pobreza; 100 millones viven en las calles, 150 millones de niñas y 73 millones de niños son explotadas en el comercio sexual. De esa cifra 56 millones de niños menores de 15 años de edad están en América, lo que representa un 10 % de todas esa injusticia social que impera en el planeta.

Pero existen otras cifras que ninguna organización se atreve a señalar, porque son manejadas secretamente por el CAPITALISMO, lo que demuestra el interés de que la pobreza continúe siendo “Materia Prima del Capitalismo”. Se refiere a que los niños pobres del mundo aportan al Capitalismo: el 90 % del tráfico de órganos para los trasplantes, el 90 % de la sangre para las clínicas privadas y el 99 % de todo el comercio mil millonario de la adopción de menores.

¡No es la primera vez que Haití ha sido impactada por un vendaval!
El 12 de enero fue devastada por un terremoto que arrasó con las viviendas de los pobres y toda la infraestructura mal construida de la nación

Pero como siempre ha sucedido en el pasado, la nación saldría de la crisis con la misma dignidad de haber sido la Primera República Negra del Planeta y la que marcó el paso hacia la independencia del Continente Latinoamericano. Sólo que esta vez el CAPITALISMO, con sus ansias de poder y riquezas en la clara intención de invadir Haití, escribió un GUIÓN para manipular el intelecto de millones de televidentes que son adictos a la información de CNN y sus filiales, que como una droga alucinógena manipula la verdad para crear una realidad virtual.

Un GUIÓN que transmite CNN dos veces al día con el título “RESCATE DE HAITÍ”, cuyo contenido compite con las superproducciones de Hollywood:

Actores: Hilary Clinton sentada sobre una caja de madera, sin maquillaje y sin mayor gala en su atuendo y peinado, mientras conversa con los ojos llorosos sobre el futuro de Haití, por quien guarda un cariño especial, porque, según dice «Aquí en Haití pasé mi Luna de Miel»
En otra escena desgarradora de niños deambulando con el rostro sangriento ¡¡¡de pronto!!! aparece Bill Clinton cargando cajas junto a los soldados que bajan cajas de los helicópteros, mientras pasan otras aeronaves ocupando el Palacio de Gobierno y el Aeropuerto de Puerto Príncipe. Es decir, no están invadiendo sino ayudando.

Escenografía: Una ciudad en ruina y una población implorando ayuda. Con ese panorama dantesco de gente deambulando y desesperada, el locutor, un médico hispano, manipula a los televidentes hablando de la ayuda de Estados Unidos, mientras transmiten imágenes dantescas de muertos esparcidos en las calles y niños llorando con sus rostros envueltos en tierra y sangre; momento culminante para cambiar la escena hacia bellas y lujosas edificaciones en Estados Unidos, donde niños haitianos son recibidos con dulces y regalos por sus padres adoptivos.

Guión: La manipulación mediática llega a su punto de clímax, cuando en medio de una escena desgarradora, donde intenta el pueblo sacar a gente sepultada de entre los escombros, un niño de apenas siete meses es ingresado a un hospital en Miami, para transmitir la idea de que Estados Unidos presta sus clínicas para los heridos de Haití.
Toda una trama truculenta de dolor y muerte, que manipula el imperialismo para utilizar a los Niños de Haití como “Materia Prima del Capitalismo”.