OTAN QUIERE INCORPORAR SOLDADOS MUSULMANES A OPERACIONES EN AFGANISTÁN
Fuente: The Voice of Russia
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, propuso a varios países musulmanes examinar la posibilidad de enviar a sus soldados a Afganistán. Algunos de ellos lo consideran posible en un futuro próximo, pero por el momento no han tomado ninguna decisión –dijo entrevistado por el diario Berlingske Tidende.
El ex primer ministro danés considera que la incorporación de soldados musulmanes a la lucha contra los talibanes puede contribuir a la conclusión triunfal de la guerra en Afganistán. Anders Fogh Rasmussen subrayó que la participación activa de los países musulmanes confirmará el hecho de que la guerra en Afganistán no se libra por la religión, sino, por el contrario, contra el terrorismo y el extremismo.
En opinión de los expertos preguntados por La Voz de Rusia, de esa manera el secretario general de la OTAN trata de hacer resurgir la vieja opinión de que la guerra en Afganistán tendrá mayor legitimidad, si no aparenta ser una lucha entre infieles y musulmanes. Claro que difícilmente se pueda esperar un resultado militar importante con la incorporación de países musulmanes a las operaciones de la Alianza en Afganistán. No obstante, en Bruselas confían, por lo visto, en obtener de ello mayores dividendos en la campaña de cobertura propagandística del a guerra en el mundo musulmán. Pero, en este sentido, las esperanzas tampoco son grandes –señaló a La Voz de Rusia el orientalista Andréi Volodin. “En primer lugar, el Sr. Rasmussen manifiesta no tanto su opinión cuanto retransmite la posición oficial de la jefatura de la OTAN. Ésta es una cara de la medalla, mientras que la otra consiste en que las guerras en Afganistán no se ganan. Prueba de ello es la experiencia, como mínimo, de las tres guerras anglo-africanas, de la estadía de las tropas soviéticas en territorio de Afganistán, y asimismo la experiencia de las fuerzas de EEUU y de otros países de la Alianza en ese país desde 2001. De ahí que, al menos, sea ilusoria la esperanza de que la incorporación de soldados de países musulmanes a las operaciones bélicas en Afganistán pueda reportar algunos resultados positivos. Es más, los países musulmanes difícilmente acepten participar en las operaciones militares en territorio de países musulmanes y declarar a los gobiernos de los países musulmanes y más aún a sus pueblos que en Afganistán se está librando una guerra contra los musulmanes infieles. Por lo que se refiere a la intervención de Rasmussen, muestra una vez más, desde mi punto de vista, que por ahora las fuerzas de EEUU y de la Alianza piensan quedarse en Afganistán. Éstas sólo pueden conseguir allí objetivos bastante limitados, pese al incremento de su contingente en un futuro próximo. Y estos objetivos limitados consisten en mantener una tranquilidad aparente en Kabul y en algunas otras ciudades” –puntualizó el experto.
Da la impresión de que la intervención de Rasmussen representa un intento más de encontrar aunque sea alguna salida de ese atolladero, en el que se vieron las fuerzas de la Alianza en Afganistán. Con anterioridad, se había anunciado la revisión de la estrategia de acciones de EEUU y la OTAN en ese país. Con mayor frecuencia y rigor ellos critican la política de las autoridades de Afganistán. También se pusieron a hablar de la posibilidad de un diálogo con los talibanes moderados. Pero la realidad nos dice que 8 años después del inicio de la operación de la coalición antiterrorista en Afganistán, el éxito de la misma aún no se vislumbra.