LA CONTRAOFENSIVA IMPERIALISTA
EL CASO HONDURAS Y EL MOVIMIENTO NACIONAL LATINOAMERICANO

El golpe de Estado en Honduras es analizado y denunciado desde el punto de vista de la violación de todas las formas democráticas, de intervención descarada de los EE. UU. aliado al resto de los países imperialistas, a la oligarquía local y a sectores de la burguesía hondureña. También se analiza el rol de la corporación judicial por el papel de la Suprema Corte Hondureña en declarar inconstitucional el relevo del jefe del Ejército por el presidente Zelaya dando comienzo al golpe, de la corporación militar que lo detiene, lo lleva a la base norteamericana de Palmerola y lo deporta a Costa Rica. Es una señal tenebrosa para este lado del mundo.

Micheletti se irá, asumirá el que gane y todo quedará olvidado: a pesar del pataleo regional, Washington ha dado luz verde a una nueva fórmula para sacarse de encima a los mandatarios “molestos”.[1] Aunque lo de todo quedará olvidado es relativo, es un párrafo de anticipación. Desde entonces, a distintas escalas y de diverso contenido, la lucha entre países del bloque regional y la nueva administración norteamericana ha crecido a niveles desusados en el pasado, como el discurso amenazante de Hillary Clinton, la provocativa gira de Valenzuela que la siguió y las respuestas del gobierno de Brasil, de Argentina, de Evo Morales y otros países.

Nosotros queremos analizar lo de Honduras, la réplica de ese golpe que preparan abiertamente las fuerzas del bloque ligado al imperialismo en Paraguay, según las declaraciones del senador Alfredo Luis Jaeggli del Partido Liberal[2], las continuas provocaciones contra Venezuela, Bolivia, Ecuador, Cuba, en el marco de una contraofensiva mundial del imperialismo en Irak, en Afganistán con nuevas tropas, enterrando el discurso democrático y pacifista de Obama en El Cairo.

Entendemos esta ofensiva general del imperialismo en las distintas áreas del mundo colonial y en los centros neurálgicos de la disputa de la hegemonía norteamericana y del imperialismo “occidental” con las nuevas burguesías china y rusa en Afganistán e Irán, como resultado de la profundidad de la crisis de la economía en los países centrales del sistema y la decisión de apelar al recurso económico más propio de la etapa imperialista del capitalismo: la transferencia de la renta desde los países dependientes. De allí deviene la unidad de la lucha contra la autodeterminación de Irán con el enfrentamiento a la política exterior independiente de Basil, de Evo Morales, de Chávez, que reciben y hacen negocios con Ahmadinejad. La sentencia de Lula pronunciada en Salvador de Bahía en la recepción al líder de la Autoridad Palestina : Mientras Estados Unidos conduzca en forma excluyente el proceso, no habrá paz en Medio Oriente.

A pesar de las salamerías que Obama le dispensara a Lula tratando de asegurarse una relación semiindependiente y semidominada de Brasil con los EE.UU., estas palabras de Lula cuestionan en su eje la hegemonía norte americana de manera intolerable para el imperio, que emite señales de una fiera acorralada, amenazando a estos países. La oposición al golpe hondureño pergeñado por los EE.UU. y a sus nuevas bases militares en Colombia, era parte de la relación contradictoria de Brasil con los demás países de la región y con Estados Unidos. El cuestionamiento a su hegemonía y control militar mundial por Lula, en cambio, chocó con la decisión del gobierno de Obama de buscar en la acentuación de la dominación y la transferencia de renta a la metrópoli una solución a la crisis de su economía, aumentando el control estratégico de las colonias y de sus relaciones con sus competidores. Es lo de siempre: guerra por mercados, por colonias, por el derecho al saqueo. Localizadas por ahora.

Ayer, la Secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, calificó como una “amenaza a la estabilidad global” la inestabilidad en Yemen[3].

EE.UU., Gran Bretaña, Alemania, Japón y Francia cerraron sus embajadas en Yemen. Las acciones se limitarán a bombardeos y misilazos, con abundante uso de drones, los aviones sin piloto. Pero hacia el Golfo de Aden marchan en formación naves de la quinta flota de USA, con portaviones cargados de aviones con pilotos. Cuando estén en posición, según los expertos, comenzarán los ataques contra las bases de Al Qaeda. El presidente Obama necesita recuperar credibilidad y lo hará con iniciativas bélicas[4]. Esta claro que un movimiento bélico de esta envergadura no puede estar determinado por una nueva edición del fantasma Al Qaeda. ¡Siempre tan ubicuo este fantasma! Se establece en territorios con petróleo ó gas ó en áreas de comercio y transporte estratégicas. Tampoco creemos que una movilización mundial del imperialismo denunciando una “amenaza a la estabilidad global” pueda deberse solamente a la necesidad de redorar la credibilidad de Obama. Como decimos más arriba, creemos que se trata de una respuesta a los cuestionamientos que desde el mundo colonial y desde el bloque de la Organización de Cooperación de Shangai se han formulado a la dominación del bloque imperialista comandado por los EE.UU. La OCS esta formada por China, Rusia, Kazajstán, Kirguizistán, Tayikistán, Uzbekistán, India, Irán, Pakistán, Mongolia.

Para Yang Chenxu, director del Instituto de Estudios Internacionales de China, EEUU no ha renunciado a la búsqueda de la hegemonía mundial o a imponer patrones geopolíticos como parte de su lucha contra el terrorismo. Pese a los factores de acercamiento forzado que pudieran existir por intereses comunes derivados de la lucha antiterrorista, existen también múltiples aristas que pudieran llevar a un conflicto de mayor envergadura hacia el futuro de la región y del mundo [Giuliucci Mario, 2004].

China está decidida a reducir la influencia estratégica de Estados Unidos en el conjunto de Asia y no sólo en el estrecho de Taiwán. Beijing busca contrarrestar la expansión Norteamericana también en el mantenimiento de la estabilidad regional y la consecución de una mayor influencia política. En cuanto a Asia Central, China asegura que EE.UU. no se retirará fácilmente de Afganistán, o de Asia central y meridional. Al lanzar la guerra antiterrorista, EE.UU. ha obtenido acceso militar a Pakistán en el sur de Asia, y a Uzbekistán, Tayikistán y Afganistán en Asia central.

Afganistán es el centro donde confluyen todas las vías de comunicación de Eurasia central y por lo tanto, asegura Ge Lide, profesor de la Universidad Nacional de Defensa de China, reviste gran importancia estratégica. Para EE.UU. el control de Afganistán y Asia central podría permitirle la expansión de la OTAN hacia el este, a la vez que sirve de vínculo a las fuerzas militares de EE.UU. en Europa, especialmente en Turquía, y en la región de Asia Pacífico. En ese caso, asegura Ge Lide, EE.UU. podrá arrebatar espacio estratégico a Rusia en el norte y amenazar la seguridad del oeste de China por el este; mientras que por el oeste podrá contener a Irak e Irán, proporcionando así ayuda coordinada a sus tropas en Oriente Medio, a la vez que mantiene vigiladas a las dos potencias atómicas, India y Pakistán, por el sur [Klare T. Michael, 2007].[5]

No queremos analizar solamente esta ofensiva del imperio contra los movimientos nacionales de América Latina formando parte de su respuesta global a la crisis de la economía de sus metrópolis sino discutir su táctica, su política concreta, sus apoyos sociales y los cambios que en los métodos de lucha democrática y nacional deben emplear los pueblos de esta región para oponer con posibilidades de éxito una defensa de las conquistas, por limitadas que fueran, conseguidas desde el fin de siglo para adelante. Quedarnos en la denuncia y el análisis de cómo “las supremas cortes” y las corporaciones judiciales se articulan con los bloques parlamentarios de las derechas, ligados al imperialismo, con las corporaciones mediáticas que irritan a los sectores medios formando una opinión pública que penetrará las fuerzas armadas y de seguridad para producir nuevas “revoluciones de color” derrocando gobiernos que disputan con el imperio, es estúpido.

Lo de la IV Flota , las bases yanquis en Colombia, el golpe de Honduras, el que está en vías de hecho en Paraguay, se empalman en Argentina con el discurso del presidente de la Corte, Lorenzetti, en la cena anual de la Unión Industrial Argentina , a la que concurrieron todas las corporaciones empresarias del campo y de la industria, exigiéndole al gobierno, con ese lenguaje rebuscado, “jurídico”, respeto al derecho constitucional a la propiedad privada. En criollo: que el Estado debe dejar de intervenir en los mercados y de regular el funcionamiento del capital. Luego, en la cena de fin de año de la Asociación de Magistrados, coronando una serie de sentencias de inconstitucionalidad de artículos de la ley de medios por jueces inferiores, brindó por todos aquellos magistrados que muchas veces se sienten sufriendo en soledad a las fuerzas poderosas a las que deben enfrentarse. No se refería, sin duda a las poderosas corporaciones empresarias a las que él sirve y que son el verdadero poder que, además, lo candidatea como vicepresidente de Cobos.

La corporación judicial está lanzada. Es un curso más elevado que el del movimiento destituyente de los empresarios del campo que arrastró a un sector muy grande de la clase media argentina, de origen e intereses agrarios, en el 2008. Aquel movimiento está hoy en el nuevo parlamento surgido de las elecciones de junio pasado y se lanza sobre la corporación judicial para trabar y erosionar al gobierno. Los cohesiona el golpe de Honduras, el discurso amenazante de Hillary Clinton, Valenzuela, las corporaciones empresarias dominadas por las multinacionales. Si Jorge Altamira, Ismael Bermúdez, Vilma Ripoll ó Alderete no lo quieren ver así, repetirán la experiencia de otros “izquierdistas” que en la historia privilegiaron la lucha “socialista” contra gobiernos de la burguesía en las colonias que peleaban con el imperialismo y le abrieron el camino a dictaduras sometidas al imperio. Hubo banderas rojas en 1955 en Plaza de Mayo celebrando el advenimiento de los libertadores que de la mano del imperialismo le quitaron hasta el voto dieciocho años al pueblo argentino.

Hay muchos ejemplos de esta naturaleza determinados por el hecho que la dependencia esta estructurada en la sociedad de los países colonizados.

Estos izquierdistas, presionados por el medio social pequeñoburgués en el que se desenvuelven, no lo ven. Sus análisis, sus consignas, sus programas, no tienen respuesta al problema de la cuestión nacional y la división internacional del trabajo en la que se asienta la explotación de los trabajadores de las colonias para sostener el equilibrio social en las metrópolis.

Fayt, rémora de la corte adicta del menemismo, debió ser reprendido por sus declaraciones diarias contra el gobierno. Carmen Argibay, ex jueza del Tribunal Penal Internacional, hace algo parecido. El gobernador conservador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, presentó una acción de amparo a la Corte Suprema pidiendo la inconstitucionalidad de la Ley de Medios y luego otra igual para anular el decreto de la presidente CFK que crea el Fondo del Bicentenario. Llaman a declarar inconstitucional la creación por decreto del Fondo del Bicentenario, un fondo fiduciario, de confianza, para renegociar la deuda sin depender del FMI. La resistencia del presidente del Banco Central obligó al poder ejecutivo a pedirle la renuncia y se generó una crisis que están tratando de explotar al máximo.

La Iglesia, cómplice de cuanto golpe reaccionario hubo en América Latina, agitando la “extrema pobreza”. La UIA, la AEA, la mesa de enlace, las corporaciones empresarias dominadas por empresas extranjeras y monopolios nacionales asociados, forman un conjunto único férreamente dirigido a destituir los débiles intentos nacionales de este gobierno. ¿Debemos nosotros esperar las elecciones del 2011?

Las elecciones solamente tienen la virtud de medir un estado de opinión. Ellos manejan la opinión pública controlando los medios y producen hechos electorales tan aberrantes como el triunfo electoral de De Narváez en la provincia de Buenos Aires. Aparte de ser multimillonario y estanciero, como todos los candidatos de la oposición: Solá, estanciero, Cobos, viñatero y bodeguero de la familia Norton , Macri ni hablemos, De Narváez, fuera de su radical desvalorización de los Kirchner, no tiene una idea, que no sea la defensa obvia de la libertad del gran capital. Nadie sabe lo que piensa sobre los problemas fundamentales que preocupan al pueblo. Pero entra todos los días a la casa de todos con la “caja boba” y ganó las elecciones. Y si no las ganan desconocerán la voluntad popular por otros medios. Salvador Allende entregó su vida para no rendirse a los golpistas pero fue una prueba del valor relativo del voto si la voluntad popular expresada en el voto no se defiende en la lucha de clases cotidiana. A Hugo Chávez lo secuestraron en abril del 2002 e inventaron un gobierno organizado y reconocido por EE.UU. que fue derrotado por las masas.

Volverán por más desde el interior de Venezuela y desde el exterior si no lo logran. Es válido y correcto utilizar las armas democráticas del voto, de los parlamentos y de la ley. Pero cuando el bloque reaccionario se prepara para violar los métodos democráticos contra las fuerzas nacionales los trabajadores debemos ganar la calle sin esperar que nos convoque nadie.

Hay en Argentina un movimiento molecular en los lugares de trabajo que hizo eclosión con la crisis del 2001 y que ha alcanzado el nivel de muchos cuerpos de delegados, comisiones internas y algunos sindicatos pero que no tienen un centro político y son frenados por el atraso ideológico y los intereses de direcciones sindicales. Sindicalistas convertidos por las patronales y sus gobiernos en empresarios de la salud con las obras sociales, en empresarios de ferrocarriles y de otros servicios. Sin esperar de ellos los trabajadores debemos organizar manifestaciones, volantes, pintadas, concentraciones públicas en contra de los que preparan descaradamente un golpe institucional para restablecer las libertades de robo nacional y social que tuvieron cuando el menemismo y la dictadura.

Cuando personajes como los fascistas que puso Macri en su gabinete se animan a hacer las declaraciones y aparecen voces diciendo que con los militares estuvimos mejor es porque hay un ambiente de inestabilidad que los hace soñar con el retorno.

La lucha por la movilidad de los salarios; por las jubilaciones móviles con el 82 %; por la eliminación del trabajo en negro y los contratos eventuales y pasantías; por la prohibición legal de despidos y suspensiones ajustando la jornada a la demanda de trabajo; por la expropiación de toda fábrica que cierre ó despida; por una nueva ley de entidades financieras con eliminación de toda autonomía del Banco Central; por la nacionalización de los depósitos bancarios; por la elevación de la ONCA a la creación de una nueva Junta Nacional de Granos y de Carnes; por un plan agrario nacional que planifique la producción y el uso de la tierra racionalmente prohibiendo la extranjerización del suelo; por la nacionalización del comercio exterior; por la creación de empresas del Estado en cada uno de los sectores de la economía, todas estas luchas que debemos encarar, si no están respaldadas por la lucha antiimperialista conducen al fracaso. No se puede construir el socialismo sin romper la dependencia.

Córdoba, 6 de enero de 2010

Héctor Menéndez
p/Grupo Frente Comunista

[1] Paula Lugones, Clarín del 23 de noviembre de 2009
[2] Reportaje realizado por Pedro Brieger, Eduardo Anguita y Miriam Lewin para el programa «Carbono 14”, emitido en Radio Nacional, Buenos Aires – Argentina, el 17 de diciembre de 2009.
[3] Clarín, 5 de enero de 2010, pág. 26.
[4] Diplomáticos ven vientos de guerra, Julio Argañaraz, Clarín, 5 de enero, página 27.
[5] Corea: Tratado de libre comercio, mundialización capitalista y crisis del sistema, ponencia del profesor Carlos Penoncello presentada al III Congreso del Programa de Estudios Coreanos realizado en La Plata en 2007.