América Latina todavía persigue el sueño de Bolívar
ABN
El 17 de diciembre de 1830 comenzó una nueva etapa del sueño que siempre conservó Bolívar pese a todos los obstáculos: el esplendor y la grandeza de una América Latina libre, con autodeterminación política. Sueño que aún se mantiene vigente gracias a procesos como la Revolución Bolivariana.
Inspirado en el pensamiento bolivariano, este gobierno, a través del proceso constituyente, los referendos y los consejos comunales, transformó totalmente la pasividad política en que se encontraba Venezuela.
Desde la aprobación de la nueva constitución se han abierto canales de participación y de poder popular, se crearon las misiones para dar respuestas a los excluidos y se reivindicó el Estado docente y el sector cultural como punto de partida inicial para transformar la sociedad venezolana.
Con estos logros y con muchos otros, que han permitido difundir un mensaje de lucha antiimperialista en toda Latinoamérica, nos acercamos cada vez más a lo soñado por Bolívar.
Hace 179 años
Al mediodía de aquel 17 de diciembre, hace 179 años, todos los habitantes de la ciudad de Santa Marta esperaban el final del ilustre enfermo que luchaba contra la muerte en la quinta de San Pedro Alejandrino. Ya se había corrido la mala nueva de que el Libertador agonizaba.
En la habitación principal de la casa que lo alojó durante los últimos días, todos estaban pendientes de aquella fatigosa respiración que poco a poco dio paso a una especie de paz infinita que se reflejaba en un rostro antes contraído por el dolor. Simón Bolívar estaba a pocos minutos de fallecer, en casa ajena y con una camisa prestada.
Santa Marta lo supo de inmediato. Pronto lo supieron los pueblos más cercanos, después los más alejados y al final, sobre todo el mapa de la América la gran sombra fue creciendo, densa y firme.
Desde la Fortaleza del Morro, cada media hora, tres cañonazos advertían que había muerto el primero de los compatriotas de la América entera. En la iglesia matriz de Santa Marta, donde fue sepultado, se manifestó el dolor de los miles de hombres y mujeres que ya eran libres gracias a que Bolívar supo materializar su angustia y convertirlos de siervos a hombres libres, dueños de su destino y de su suerte.
Esa conciencia permanece viva aún en nuestros días, porque nos falta lograr la libertad plena como pueblos. Es una lucha diaria contra el imperialismo y su arma más potente: el capital.