Con inversión productiva transformaremos la economía venezolana

ABN.- Venezuela ha heredado una economía capitalista rentista, caracterizada por la mala distribución de las riquezas generadas por la exportación de crudo y con ausencia de cultura tributaria, panorama que busca ser revertido por el Gobierno Bolivariano a través de la inversión productiva y el impulso de leyes adaptadas al sistema socialista en construcción.

Para el ministro del Poder Popular para la Economía y Finanzas, Alí Rodríguez Araque, la transformación de esta realidad económica heredada requiere de un proceso de alta inversión en el sector productivo, así como la reforma estructural de una serie de instrumentos legales que no contribuyen a incrementar los recursos que se destinan para tal fin.

«Incrementar la producción de alimentos, la construcción de viviendas, la inversión en infraestructura para garantizar que existan las condiciones para desarrollar las antes mencionadas, así como la inversión en el sector eléctrico y el realineamiento del sector financiero son las cincos vertientes que hoy debemos trabajar para garantizar la transformación del modelo económico venezolano», indicó.

Venezuela y el capitalismo rentista

Rodríguez indicó que el modelo rentista petrolero, acompañado de la ausencia de una revolución agraria venezolana condenaron a la nación al subdesarrollo, con una economía deformada y carente de industrias que produjeran bienes y servicios, lo que derivó en altos niveles de pobreza e inflación.

«La acumulación de capital en las economías clásicas se fundamentó en la relación entre capital y trabajo, en la explotación de los trabajadores dentro de una economía nacional. En Venezuela, a pesar de que igualmente explotó a los trabajadores, el proceso de acumulación se sostuvo en la distribución de la renta internacional petrolera, lo que generó que tengamos la deformación del modelo económico», explicó.

Recordó que la distribución de esa renta fue destinada al enriquecimiento de una clase política, lo cual derivó en la desinversión en el sector productivo y social; en la caída de la producción de bienes y servicios, el empleo; y en el incremento de la pobreza.

Asimismo, el excedente de ingresos permitió que en Venezuela se mantuviese una baja presión tributaria, mientras que en los países del capitalismo desarrollado la recaudación de impuestos hizo posible el financiamiento tanto del Estado como del sector productivo.

«Eso le permitió a los sectores capitalistas, capitalizar todos esos ingresos, porque sus aportes eran pocos o nulos, lo cual degeneró en un empresariado rentista», sentenció Rodríguez Araque, al detallar las consecuencia de la ausencia de una política tributaria idónea.

Renta petrolera e inflación

Este escenario, en el que la curva de crecimiento de los precios del petróleo va de manera paralela con la de inflación, evidencia que en Venezuela cuando aumentan las cotizaciones de crudo se incrementan igualmente los precios de bienes y servicios.

En este sentido, el titular de las finanzas públicas indicó que los ingresos del país superan con creces la producción interna, es decir, la capacidad de compra está muy por encima de la capacidad de producción del país, por lo que la nación importa la mayor parte de los bienes y servicios que consume.

«Son fenómenos históricos que debemos abordar para plantearnos una política económica que supere este modelo que sumerge a Venezuela en el subdesarrollo y el derroche de la riqueza producto del petróleo», sostuvo.

Diversos son los planes de desarrollo social que ejecuta el Gobierno Nacional en función de una distribución más equitativa de los recursos, entre ellos las misiones que atienden las necesidades básicas de los venezolanos (salud, educación, alimentación, deporte, etc.).

Además, la conversión de las transnacionales petroleras que operaban en el país en empresas mixtas, para la nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco; el incremento de la contribución tributaria por parte de estas corporaciones foráneas; la disminución de las regalías, son medidas que buscan la soberanía petrolera y obtener ingresos suficientes para continuar con las políticas sociales.

De esta manera, el Estado venezolano recupera el dominio de su principal recurso en función de mejorar la calidad de vida de la población e invertir en el sector productivo, lo cual, a su vez, permitirá disminuir la dependencia de las importaciones, principalmente en áreas fundamentales, como salud y alimentación, y en consecuencia un mayor control sobre el comportamiento inflacionario en el mercado interno.

Imprescindible revolución agraria

Rodríguez Araque destacó que los procesos de industrialización de los países del norte pasaron por revoluciones agrarias, impulsadas por la burguesía ascendente en contra de los señores feudales, que mantenían el dominio de las tierras en detrimento de aquellos que la trabajaban.

«La revolución agraria -en Inglaterra, Francia y todos los países capitalistas- fue impulsada por la burguesía ascendente que requerían resolver el problema de la tierra, lo que trajo como consecuencia que se incrementara la productividad y, en la medida que se incrementaba la tecnología, se elevó la demanda de bienes industriales para la producción agraria», precisó.

«En Venezuela eso no ocurrió», indicó, al tiempo que resaltó la revolución agraria que encabeza el Gobierno venezolano para fomentar el incremento de la producción en el campo como motor de la actividad económica productiva del país, en función de la transformación del modelo venezolano en un sistema socialista.

La Ley de Tierras, Ley del Banco Agrícola de Venezuela; Ley Orgánica de Seguridad y Soberanía Alimentaria; Ley de Salud Agrícola Integral de Crédito para el Sector Agrario, son algunos de los instrumentos jurídicos dirigidos a promover ese aumento de la producción en el campo.

Asimismo, enfatizó que el proceso venezolano, al contrario del de Europa del siglo XIX, no está dirigido por los burgueses sino por un Gobierno que plantea la construcción de una sociedad más justa, donde la propiedad de los medios de producción recaiga sobre todos los venezolanos.

Petróleo para el desarrollo

Por otra parte, el ministro venezolano recalcó que en la actualidad el Gobierno venezolano invierte en el desarrollo de la actividad productiva industrial de Venezuela y la agricultura, como fórmula para superar el capitalismo rentista.

«Nosotros estamos demostrando que ese dinero puede servir para el desarrollo de la nación sin dejar a un lado a la inversión social. Es decir transformar la economía rentística petrolera con los ingresos petroleros», apuntó.

Reiteró que el Gobierno que dirige el presidente venezolano Hugo Chávez apunta al desarrollo agrícola como motor de reimpulso de la transformación de la economía venezolana, sin abandonar la actividad petrolera como principal agente generador de ingresos para la inversión en las áreas productivas.

«La estrategia debe estar acompañada por acciones inmediatas, pero estas medidas están dirigidas a la transformación de la cultura rentística petrolera del país, a una cultura productiva y del trabajo», precisó.