La jet set golpista hondureña ya no puede volar a Miami Por: La Vanguardia
Por: La Vanguardia
La decisión de Barack Obama y Hillary Clinton de retirar los visados a los líderes del régimen golpista en Honduras -casi todos ellos integrantes de la alta sociedad hondureña- ha provocado pánico en las clases de frequent flyers de la ruta Tegucigalpa Miami.
Las tres superpoderosas son miembros de la jet set hondureña -una decena de familias que controlan la economía del país y exigen la última palabra en su gestión política- que sencillamente no puede sobrevivir sin sus visitas de compras, de atención medica, o reuniones con el lobby cubano en Miami. Y no sólo se les niega acceso a Ocean Drive o Little Havana. Con las últimas sanciones españolas, la calle Serrano también es tierra prohibida, hasta la calle Genova…
Tal y como informa el Libertador en su último número las tres diputadas acaban de efectuar una gira mundial, incluida una estancia en el Grand Hotel de Moscú, donde las tres probaron trajes de pieles imposibles de lucir en el clima tropical de Honduras. También fueron fotografiadas mientras recibían masaje y pedicura en Beijing. “Marcia, Mirna y Lizzy necesitaban desestrarse tras tener que lidiar con un pueblo chusma y juco como el hondureño”, ironiza el periódico. Ahora los viajes de compras van a ser mucho más difíciles.
Las tres superpoderosas son las caras más fotografiadas del golpe. Marcia Facussé Andonie de Villeda, es sobrina del gran inversor y magnate de la agroindustria Miguel Facusse, poder fáctico y uno de los personajes detrás del golpe, el Tio Mike para Marcia. Diputada del Partido Liberal, Marcia es una de las colaboradores más estrechas del presidente de facto Roberto Micheletti, un perfecto enlace entre el gobierno y el Tio Mike.
Lizzy Flores, es hija del ex presidente Carlos Flores Facussé -terrateniente y dueño del diario La Tribuna donde Lizzy escribe columnas en defensa del golpe. Es mujer de otro magante Freddy Nasser. Mirna Castro, de 44 años, “rubia por decisión propia” segun el Libertador, fue nombrada secretaria de Cultura por Micheletti. Después de acompañar a Marcia y Lizzy en su gira mundial, Mirna canceló la financiación del Patrimonio Arqueológico de Honduras, el proyecto “Retratos del pueblo” y las Etnias de Honduras, por considerarlos excesivamente populistas.
Marcia Facusse es la más poderosa de las superpoderosas y difícilmente soportará vivir sin las visitas a la derecha republicana en Miami. Aprovechó sus encantos para entrecruzar los dos titanes de la oligarquía hondureña -los Facussé y los Ferrari- al casarse con José Manuel Villeda Ferrari, sobrino del gigante de las telecomunicaciones privatizadas en Honduras, Rafael Ferrari. Los varios canales de Ferrari han garantizado una cobertura perfecta para Micheletti en la que las grandes movilizaciones anti golpe jamás salen en la tele. Es prima de Carlos Flores Facusse, así que Marcia comparte sangre con Lizzy Flores además de una debilidad por los malls de shopping. Durante su estancia en Moscú el mes pasado Marcia pudo pasear un vestido de pieles cuyo valor -según el Libertador- asciende a unos 2.000 dólares.
Honduras, dicho sea de paso, es el segundo país más pobre de Centroamérica y el más desigual. El 65% vive en pobreza y el 20% más rico consume el 75% de bienes y servicios. Es más, crece la marginacion como la espuma en estos momentos debido, en parte, al impacto económico del golpe.
Hay también una cuarta chica superpoderosa del régimen golpista, aunque ella da menos juego a la prensa del corazón. Es la vicecanciller del gabinete de Micheletti, Marta Lorena Alvarado, miembro destacado del Opus Dei, autora de un proyecto de ley, vetado en su día pro Zelaya, que prohibe la píldora anticonceptiva de emergencia. Marta era protagonista de un documental del canal conservador español Intereconomia en el cual -con un discurso aún anclado en la guerra fría-, insistía en que sentía orgullo de encabezar la lucha contra el comunismo.
Pero Estados Unidos ya no es el baluarte anticomunista que era con Reagan y Bush. Lorena Alvardo también perdió su visado la semana pasada tras una reunión con la congresista de la ultra derecha cubana en Miami Ileana Ros Lehinter en Coral Gables, el barrio de alto standign hispano de Miami. Perder el visado “no me quita sueño” -insistía Marta el martes en Tegucigalpa-, sin parecer estar del todo convencida.