Moscú, 28 de agosto, RIA Novosti. Rusia reconoció las independencias de Osetia del Sur y Abjasia porque sus pueblos no quieren ser parte de un país que los agredió, y también porque Occidente, en el caso de Kosovo, legalizó el derecho de los pueblos a la autodeterminación, subrayó el presidente ruso, Dmitri Medvédev, en un artículo publicado por Financial Times.
«Fue una decisión muy difícil (el reconocimiento de las repúblicas) que se adoptó teniendo en cuenta sus consecuencias, y tras un análisis sobrio de la situación, a partir de la historia de los pueblos osetas y abjasos, su aspiración a ser independientes, los trágicos acontecimientos ocurridos las últimas semanas, y los precedentes internacionales relacionados con el reconocimiento de nuevos Estados», escribió Medvédev en su nota.
Según el presidente ruso, las acciones de guerra que emprendió Moscú en el territorio de Georgia no formaban parte de un plan premeditado para agredir o invadir a esa república caucásica porque Rusia no tiene ambiciones expansionistas.
«Nuestras tropas entraron en el territorio de Georgia para destruir las bases desde las cuales se realizó la agresión (contra Osetia del Sur) y después nos retiramos. Nosotros logramos restablecer la paz, pero no pudimos extinguir el temor y las aspiraciones de los pueblos de Osetia del Sur y Abjasia, en situaciones cuando Saakashvili (con el apoyo de Estados Unidos y países de la OTAN) continuó hablando sobre el restablecimiento del poder bélico del ejército georgiano y de acciones para restablecer el control en todo el territorio georgiano», indicó el presidente ruso en su artículo difundido la víspera por el rotativo estadounidense.
En su nota, Medvédev recordó que tras el colapso de la Unión Soviética, Rusia aceptó la independencia de las catorce repúblicas soviéticas a pesar de que al menos 25 millones de rusos que vivían en esas repúblicas, quedaron en condiciones muy difíciles a consecuencia de campañas nacionalistas enarboladas por los nuevos gobiernos.
«Algunos de esos gobiernos resultaron incompetentes al momento de establecer sus relaciones con las minorías étnicas, y Georgia inmediatamente anuló a Osetia del Sur y Abjasia la autonomía que habían disfrutado en calidad de repúblicas autónomas en el seno de la Georgia soviética», subrayó Medvédev.
Al comentar los factores externos que agudizaron la situación en esa zona del Cáucaso, Medvédev en su artículo afirmó que Occidente con su política hacia Georgia reforzó las aspiraciones separatistas de los surosetas y abjasos, que se aferraron a la independencia como único recurso para conservar su identidad nacional.
«Ellos (Occidente) optaron por proteger al presidente Mijail Saakashvili cuyo primer paso fue despojar la autonomía a la región de Adzharia (otra república autónoma en el seno de Georgia). Y nunca ocultó su propósito de aplastar a los surosetas y los abjasos».
Entre los factores que influyeron para que Moscú reconociera Osetia del Sur y Abjasia, Medvédev destacó el caso de Kosovo, desde el pasado mes de febrero aceptado como estado independiente por EEUU y algunos países de Europa, a pesar de que ese reconocimiento supuso la violación de la integridad territorial de Serbia y de resoluciones de la ONU adoptadas al respecto.
Según el líder ruso, después de Kosovo, sería imposible explicar a los surosetas y abjasos que lo que pudieron lograr los albano-kosovares es inaccesible para ellos.
«En las relaciones internacionales, usted no puede tener unas reglas para unos y normas diferentes para el resto», subrayó el presidente ruso.
Añadió que Rusia trató por los medios diplomáticos de que Georgia firmara con Abjasia y Osetia del Sur sendos tratados de no agresión, pero Saakashvili, sin dar explicaciones, evitó la firma de estos convenios.
«En la noche del 7 y la madrugada del 8 de agosto supimos la razón. Sólo un demente pudo emprender un paso de semejantes magnitudes. ¿Acaso creyó (Saakashvili) que Rusia permanecería al margen mientras el ordenaba una agresión contra la ciudad dormida de Tsjinvali, asesinando centenares de civiles indefensos, muchos de ellos ciudadanos rusos?
¿Supuso que es Rusia permanecería de brazos cruzados mientras las ‘tropas de paz georgianas’ abrieron fuego contra sus colegas rusos cuya misión conjunta era evitar la violencia en Osetia del Sur?».
En su nota, Medvédev afirmó que Rusia no tuvo otra opción que aniquilar esa agresión para salvar vidas inocentes.
El presidente ruso expresó su esperanza en que el pueblo georgiano, con vínculos históricos culturales y de amistad por siglos con el pueblo ruso, en el futuro podrá tener dirigentes políticos que además de preocuparse por su país, establecerán relaciones de buena vecindad con todos los pueblos que habitan en el Cáucaso.