Cábalas y certezas para serafines invertebrados
Por: Elsa Claro
El candidato republicano John McCain, tuvo que retractarse (otra vez) tras apoyar el plan de Bush destinado a derogar una ley que prohíbe perforaciones petroleras en las costas norteamericanas. De inmediato hubo protestas ciudadanas y como al menos hasta noviembre el aspirante debe cuidarse de no perder credibilidad, y sacudirse de encima el criterio de continuismo que inspira, ha rebobinado el criterio sobre temas ambientalistas.
Sucede a poco de las peores inundaciones en los últimos 15 años del medio oeste y cuando es imposible ocultar que hubo pérdidas importantes, más de una veintena de víctimas fatales y centenar y medio de heridos. Los daños a las cosechas pueden sobrepasar los 3 000 millones de dólares y nunca menos de dos millones de hectáreas agrícolas quedaron devastadas. En ese sentido algunos medios informativos precisaron que solo en Iowa esas pérdidas en cultivos e industrias serían de unos 2 700 millones, según con cálculos de los profesores Mark Burton, de la Universidad de Tennesi en Knoxville y Michael Hicks, en la Universidad Estatal de Ball, en Indiana.
Como centros fabriles y de servicios están interconectadas con la producción agraria, las mermas se reflejan en otras actividades. Iowa, Illinois, Indiana, Missouri, Wisconsin, Minnesota, Kansas, Nebraska y Dakota del Sur fueron las más afectadas por las crecidas y la ruptura de muchos diques, caída de puentes o clausura de otros, todo lo cual trastornó la actividad de tan extensa área, tenida como clave para la despensa nacional y las exportaciones.
Como efecto inmediato por la ruina de los cultivos subieron los precios del maíz que sin este fenómeno habían ascendido en alrededor del 44% solo en lo que va de año (casi a 300 dólares la tonelada). Ese mismo motivo dio lugar a que muchos productores de etanol hayan dejado para mejor momento sus proyectos de ampliar el lucrativo y demoledor negocio. El año pasado, por cierto, EE. UU. convirtió en carburante la tercera parte de toda la cosecha nacional de este grano que se usa además en la alimentación animal.
El desastre estuvo antecedido de otros eventos naturales, en particular fuertes tornados que dejaron sin hogar a muchas familias y una ola de calor se extendió casi al mismo tiempo por la costa este, además de incendios forestales debido al intenso calor y a los recortes en el presupuesto del ramo que impiden protección adecuada.
Todo esto se ha sumado a la ralentización económica que viene sufriendo el país más poderoso del mundo, evidenciada en indicadores como los de la inflación que no solo tiene que ver con los citados granos, sino con la carne y cuantos artículos se elaboran con trigo, aparte de la subida por igual de la gasolina.
Como se miden los altibajos de la economía a través de los compras, debido a que el gasto interno representa alrededor de dos terceras partes de ella «… se quedó pegada en una velocidad baja», según afirmara Lynn Franco, directora de investigaciones de The Conference Borrad, una entidad no lucrativa luego de un estudio en 20 ciudades donde se registró la significativa caída del consumo.
Por tanto la inflación de mayo-junio ha sido la mayor del último semestre. Se culpa al alza de los combustibles y de la electricidad, aparte de la elevación en el coste de los alimentos, de esa ascenso de los precios parejo con la reducción en el gasto,
La Reserva Federal ha querido aliviar la situación recesiva bajando continuamente las tasas de interés, pero no ha podido evitar ni una cosa ni otra pues el aumento de la inflación combinado con escasos avances salariales y grandes despidos, disminuyeron el poder adquisitivo y las ayudas previstas por el gobierno no fueron suficientes, se consideran tardías por los expertos y, encima, el proceso padece de irregularidades.
Véanse estos titulares: Precios de gasolina: primera preocupación de los estadounidenses, invitan a reconsiderar opciones de transporte. California presenta el promedio más alto de deuda hipotecaria del país (a escala federal la deuda oficial es de 9.3 billones de dólares, según la CNN) . IRS explica por qué algunos contribuyentes no han recibido cheques estímulo. Los poderosos bancos asociados en Citigroup revelan pérdidas millonarias y miles de recortes. En un 68% se han incrementado los despidos.
La elocuencia de estos encabezados ahorra argumentos aunque es bueno saber que las cesantías hechas por empresas norteamericanas, por ejemplo, implica que 90 015 personas perdieron su puesto de labor en este aciago mes. En marzo fueron casi 54 000, luego casi se duplicó en 4 semanas la cifra de parados.
El sector financiero resultó el más afectado y es lógico, dado que en fue en la esfera hipotecaria, de créditos de alto riesgo, donde comenzó el problema el año pasado. Las pérdidas provocadas por esa crisis se estiman en unos 300 billones de dólares.
En el sector de las telecomunicaciones hubo 8 007 despidos y 7 954 en el de transportes. Todo esto nos indica que en el primer cuatrimestre del 2008 fueron eliminados 290 671 empleos y si la crisis inmobiliaria movió el piso de otras esferas se cree que la anormal conducta del mercado petrolero provoque algo similar.
Luego el problema no ha sido solo el desborde del Mississipi y la ruptura de diques. Algo parecido ocurrió cuando el Katrina y aún Nueva Orleans no ha retomado su antiguo y raro esplendor. Miles de los habitantes siguen viviendo aún en casas rodantes, albergues improvisados o casas de familiares.
De la tragedia actual se conocerá el daño completo que las inundaciones trajeron a la actividad turística de la cual depende la economía de algunas localidades entre las afectadas por las tormentas, pero pese a esos avisos Bush insiste en seguir perjudicando a su propio país con eso de explotar crudo en zonas costeras en reservas naturales como las de Alaska, y no extraña, porque uno de sus primeras decisiones al asumir mandato fue desactivar la firma del protocolo de Kyoto que a última hora había firmado William Clinton. Después le ha hecho honor a ese principio pues si bien ha lanzado una que otra frasecita para quedar bien con sus socios europeos, como se puede apreciar, es de dientes afuera y hacia el mundo real, nada.
De todas formas vale la pena pasar revista a otros elementos que se están ventilando en diferentes medios de prensa con respecto a la combinación de estos problemas de economía y trastornos climáticos pues si siempre influyeron, hoy se evidencia que el deterioro del medio ambiente está empeorando las torcidas relaciones económicas y el no menos tergiversado comercio mundial. Todo puede ser peor, desde luego.
Así lo sugiere una hipótesis que circula sobre la posibilidad de una hecatombe económica para el segundo semestre del 2008. The Daily Telegraph publicaba a mediados de junio una advertencia sobre el advenimiento de un “evento catastrófico” provocado por los bancos centrales de EE. UU. y del grupo de países miembros de la U E adscritos al Banco Central Europeo. (La reserva Federal estadounidense disminuye el valor del dólar y de las tasas de interés interbancario, en tanto los del Viejo Continente la mantienen fija).
Por su parte The Royal Bank of Scotland “emitió una alerta sobre el desplome de las bolsas y el crédito” en el próximo trimestre, cuyo “contagio” también alcanzará a los “mercados emergentes”.
El Banco Internacional de Pagos, de Basilea, Suiza,lanzó, asimismo, una cruda advertencia sobre “una gran depresión”, hasta el momento pasada por alto entre los analistas de las finanzas.
En definitiva los “elevados niveles de la deuda de los hogares y los desequilibrios de largo plazo del sistema internacional de divisas”, pueden “desembocar en otra gran depresión”. El centro europeo LEAP/E2020, en su revista publicada a mediados de junio mismo, hizo otra advertencia en igual fecha: para el segundo semestre el “mundo se hunde en el corazón de la crisis sistémica global”, pues para entonces sus componentes financiero, monetario, económico, estratégico, social, político, etc.“convergerán con toda su intensidad”.
La referencia fue dada por Alfredo Jalife-Hahme, en el diario mexicano La Jornada, donde cita también el desplome bursátil de envergadura que vaticina The Royal Bank of Scotland , en tanto LEAP reduce los indicadores de la supuesta hecatombe a la crisis del dólar seguida de una ruptura del orden financiero pues, -así suponen- EE. UU. se negará a ser tutelado incluso por sus socios si cae en la insolvencia.
Los pronósticos, pese a ello, no son tampoco positivos para Europa pues solo la zona euro (11 países de los 27 miembros de la UE) mantendrán cierta estabilidad en el crecimiento, aunque menor que el actual, en tanto los restantes entrarían en fase recesiva.
Para Asia aseguran que habrá “el doble choque de la inflación y la exportación”, cosa que les llevará al colapso, en tanto Latinoamérica va a tener muchas dificultades pero dentro del marco de un “crecimiento firme” (excepto México y Argentina que resbalarán hacia la crisis). Para los países árabes que actúan en la órbita occidental, parece que se quedarán sin timonel exterior y corren un alto riesgo de explosiones sociales. Según este augurio (que coincide en varios puntos con otros avances de especialistas) las burbujas especulativas de los bancos entrarán en pugna, se reventarán como sus antecesoras: las punto.com y la crediticio- hipotecaria.
Por último asegura LEAP que existe un 70% de probabilidad de un ataque a Irán en octubre, algo que de ocurrir, le da mayores posibilidades para que el resto de las predicciones se cumplan en el plazo previsto. Suponiendo que un feliz suceso evite tan aciagos escenarios, tanto los desbordes en el Medio Oeste de EE. UU. como otros fenómenos telúricos de envergadura que no han faltado en este medio año andado, dicen que las costuras del planeta crujen y si no se escucha y atiende, hasta los más exagerados cálculos serán pequeños ante cuanto puede acontecer.