LA ESCUELA DEL HUMANISMO
Por: José A. Rangel A.

La Conciencia no se crea, porque ya existe. Al reconocerse se comienza a utilizar. Para reconocer la Conciencia es hace necesario deslindarse de los pensamientos, conocimientos e incluso de las experiencias.


No podemos definir aquí a la Conciencia, porque de manera automática la mente se asimila la definición y nos coloca en el concepto y no en la realidad de la Conciencia. Pero la Conciencia no es sólo el deber social. Es mucho más que eso. Es lo verdaderamente humano.

Es necesario deslindar la Conciencia Humana del conocimiento humano general, no para destruirlos, sino para reconstruir una verdad realmente humana. Al lograr este deslinde, la Conciencia sabrá apartar el auténtico conocimiento del dogma.

Al lograr tener la visión desde la Conciencia, todas las cosas se humanizan. Comienza el ejercicio del Humanismo Real. Este deslindar es un proceso de liberación de nuestra parte más auténtica y más humana que es la Conciencia.

El Humanismo, que es el producto inmediato de la Conciencia Humana, ha estado durante siglos y aún está, diluido, implícito y tácito en el conocimiento humano general, de las teorías e ideas. Siempre se ha dicho que la ciencia y los conocimientos son humanistas. Y en la práctica esto no parece ser así.

La ciencia y sus conocimientos teóricos, cualquiera que sea su manifestación en política, matemática, sociología, o medicina hablan de humanismo, pero la verdad es que nunca han estado dirigidos por el Humanismo, sólo en algunas excepciones.

La ciencia y los conocimientos teóricos están impulsados por la curiosidad de la mente investigativa, cautivada por la incógnita que representa la Vida. Y esto adormece nuestra verdadera esencia. Aunque sea curiosidad humana. Y esto así visto no tiene una finalidad humanista. Esta curiosidad sin el Humanismo como guía no es sana, podría ser cientificismo u otra cosa alejada de la Humanidad.

La finalidad no humanista que guía a la curiosidad humana, sin la intervención de la Conciencia, la podemos apreciar en la destrucción paulatina de la ecología de nuestro planeta.

Para alcanzar el Humanismo Real, es necesario liberar la Conciencia Humana de las ataduras dogmáticas que se han creado a través de los conocimientos, teorías e incluso de pensamientos, experiencias y tradiciones. Despertarla, identificarla y utilizarla como una herramienta innata. Una Conciencia libre puede redimensionar y reimpulsar al mundo, a las organizaciones y al individuo mismo. No existe reimpulso de nada si la Conciencia no es libre. Como tampoco habrá ciencia verdadera.

Para alcanzar este proceso de quitarle las impurezas a la Conciencia y se transforme en guía y así nazca el Humanismo Real, podríamos utilizar la Escuela del Humanismo. Podría ser otro el nombre.

La Escuela del Humanismo es una sencilla reunión de dos o más personas con la gran misión de liberar la sus conciencias. La Escuela del Humanismo puede ser utilizada por cualquiera persona. Es de aplicación Autodidacta.

A su vez, la Escuela del Humanismo ayudará a los individuos y las comunidades concienticen y apliquen la Conciencia como estado interno previo, básico e indispensable para asimilar lecturas, conocimientos académicos y fenómenos sociales y científicos de manera que garantice una visión humanista real, libre de trabas y se expanda en todos los niveles sociedad venezolana y el mundo.

Tan pronto se identifica la Conciencia y su uso práctico, la escuela deja de tener sentido, porque su finalidad fue cumplida. Queda así la Conciencia ante la escuela de la vida. Comienza la verdadera lucha contra los oportunistas, saboteadores, la burocracia dentro de las instituciones del estado y sus empresas.

La Escuela del Humanismo debería irse creando desde las esferas del Gobierno Nacional y que vaya implementándose hacia todas las organizaciones. A su vez, crearse en los consejos comunales y de éstas hacia las comunidades y la familia, hacia las instituciones y ministerios.

Aspectos como La Conciencia, el Autodidactismo, La Libertad Práctica, El Dogmatismo, La Burocracia, las Formas de Injusticia en las organizaciones, La Sabiduría Popular, La Sensibilidad Humana, la Humanización del Ambiente Social, y otros temas que se puedan imaginar y que permitan la transformación humana inmediata, son temas ha desarrollar en sus conversaciones. Porque todo se desarrollará en base a la Conversación de Intercambio, en tertulias, reuniones constructivas y de allí a la acción práctica transformativa. Elevar el simple hecho de almorzar en compañerismo o familiar, a una categoría de formación humanista, que eso es lo que es.

Haría falta que los ministerios, los institutos o quien pueda, produzca material didáctico al respecto y se inicie esta tarea que es urgente.

José A. Rangel A. (27juni08)

jarach16@hotmail.com