Revive en EE.UU. polémica por torturas a prisioneros

Washington, 20 jun (PL) La polémica sobre torturas infligidas a prisioneros, y la responsabilidad del gobierno estadounidense en tales hechos, cobra fuerza en la opinión pública de este país luego de nuevas revelaciones al respecto.


Investigaciones en el Senado y evidencias médicas de los maltratos y declaraciones de juristas, llaman la atención de legisladores, medios de prensa y ciudadanos.

En el centro de los debates se colocan las críticas a la administración del presidente George W. Bush, la cual opta por el silencio o se defiende del fuego cruzado con justificaciones aisladas.

Una audiencia en el Comité de Servicios Armados de la cámara alta del Congreso sacó a la luz informes que demostraron el papel del Pentágono en el diseño de técnicas violentas de interrogación, y la posterior emisión de órdenes para aplicarlas en Abu Ghraib, Guantánamo y Afganistán.

Parlamentarios como el demócrata Carl Levin, líder del referido grupo senatorial, cuestionaron a los mandos castrenses por manipular los acontecimientos y autorizar los abusos.

Algunas personas trataron de hacernos creer que las injusticias cometidas fueron obra de algunas manzanas podridas que actuaban por su cuenta, pero ahora sabemos bien la verdad, sentenció Levin.

Particular impacto generó en la sociedad norteamericana la divulgación del estudio Leyes Violadas, Vida Rotas, ejecutado por la entidad Médicos por los Derechos Humanos (PHR, por sus siglas en inglés).

Especialistas de esa organización no gubernamental encontraron secuelas de torturas en 11 ex prisioneros de cárceles en Iraq, Afganistán y la base naval de Guantánamo, área ocupada por Estados Unidos contra la voluntad de las autoridades y pueblo cubanos.

De acuerdo con PHR, el chequeo de esos seres humanos demostró las golpizas, maltratos sexuales, descargas eléctricas y privaciones de sueño sufridas.

Mientras, el abogado militar William Kuebler atizó la polémica con sus denuncias sobre lo acontecido en Guantánamo.

Realmente apesta la maquinaria jurídica apoyada en la tortura, implantada allí por la administración Bush, lamentó el defensor de Omar Khadr, uno de los presuntos terroristas encarcelados.

Según el periodista William Glaberson, a pesar de su condición de militar, Kuebler se ha convertido en uno de los más fuertes críticos de las ilegalidades promovidas por la Casa Blanca en el controvertido enclave.

Entre las pocas respuestas oficiales al debate nacional está la de un vocero del Pentágono, quien aseguró que los individuos confinados en prisiones bajo control estadounidense son tratados humanamente.

La atención médica brindada a esos detenidos es similar a la recibida por nuestras tropas, esgrimió el portavoz J. D. Gordon.

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