TERRORISMO MEDIÁTICO
Ciudadano Kane contra Venezuela
Aporrea/ inSurGente.- Murdoch calificó al presidente venezolano, Hugo Chávez, de matón. El magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch impone una línea editorial contra Venezuela bajo amenazas de despido. «Los intereses y posiciones de este zar de los medios forman una línea editorial hegemónica, una autocensura que explica adecuadamente la razón del sesgo de los medios en contra de Venezuela y otros países que ejercitan actualmente su soberanía con dignidad».
Saint Andrew, 25 Abril 2008.- Como el apego a una línea editorial impuesta por amenazas de despido, calificó el embajador de Venezuela en Reino Unido, Samuel Moncada, a los ataques ejercidos desde la prensa británica y estadounidense al gobierno de la República Bolivarianas de Venezuela, según informó el Ministerio del Poder Popular de Relaciones Exteriores.
Moncada se refirió especificamente a los medios pertenecientes a Rupert Murdoch, el magnate estadounidense propietario a través de la firma News Corporation de al menos 142 periódicos en todo el mundo, sin incluir un importante número de publicaciones en Reino Unido, televisoras satelitales y medios electrónicos.
«Los intereses y posiciones de este zar de los medios forman una línea editorial hegemónica, una autocensura que explica adecuadamente la razón del sesgo de los medios en contra de Venezuela y otros países que ejercitan actualmente su soberanía con dignidad», dijo el embajador Samuel Moncada en el marco de una conferencia que ofreció en la prestigiosa Universidad de St. Andrew, Escocia.
Un día antes, Murdoch calificó al presidente venezolano, Hugo Chávez, de matón, al referirse a la negativa del congreso estadounidense al acuerdo de libre comercio con Colombia en un artículo publicado en el Wall Street Journal.
«En toda América Latina la derrota del acuerdo comercial sería utilizada por matones como el Hugo Chávez de Venezuela», sentenció Murdoch en su artículo del 22 de abril.
Moncada sostuvo que la descalificación de Murdoch conlleva una línea editorial a todo su imperio mediático: «Ningún editor de Murdoch se atrevería a contradecirlo, como lo sugiere el articulista George Monbiot en un reciente trabajo publicado en The Guardian».
Moncada indica que ‘al expresarse del presidente Chávez del modo que lo hizo, Murdoch lanza una línea editorial conforme a la cual no podrá decirse en los medios controlados por este barón de la prensa nada objetivo, mucho menos nada bueno, del gobierno de Venezuela’.
«¿Cómo puede decirse todo lo que los medios británicos dicen de Venezuela si la realidad en nuestro país indica todo lo contrario? ¿Cómo pueden decir los diarios que en Venezuela hay una dictadura?, lo puede decir los medios son presa del pensamiento y los caprichos monopólicos de un Ciudadano Kane del siglo XXI?», inquirió Moncada para proceder a explicar que las matrices de opinión se tejen sobre la base del interés transnacional corporativo.
«¿Qué es lo malo que ha hecho el gobierno venezolano? – prosiguió- ¿Convocar al pueblo a las urnas en más de 10 oportunidades en menos de 10 años; invertir el ingreso petrolero en dignificar a la gente y promover el progreso social; poner en práctica una política humanista de solidaridad internacional?»
Para despejar estas interrogantes, Moncada explicó que el manejo soberano de sus recursos naturales hace de Venezuela una amenaza para unas transnacionales que la culpan del alto precio del barril de petróleo, tildándola de «populista», pero, a la vez, consideran ‘ambientalistas’ los altos impuestos pechados al combustible en el Primer Mundo. «Siempre actúan con un doble rasero», dijo Moncada.
«La política del gobierno de Venezuela de invertir en el pueblo, es atacada por gente como ésta, del mismo modo que ExxonMobil alegó en la fallida acción contra Venezuela en Londres que PDVSA gastaba mucho en programas sociales, por la sencilla razón de que la inversión en desarrollo social echan por tierra las pretensiones de obtener pingües beneficios en detrimento de los pueblos», declaró.
«Desde luego que Venezuela les supone un riesgo: una iniciativa como, por ejemplo, el Banco del Sur que puede hacer que los países del Tercer Mundo saquen sus reservas de los bancos del Primer Mundo y las pongan al servicio del desarrollo de sus pueblos, desarticula la estrategia neoliberal de máxima explotación», concluyó Moncada.