EL FIN DE LA OEA
Ricardo Rosa-Brussin
En una entrevista reciente ofrecida por el presidente Rafael Correa a la empresa CNN este insinuó que habría que revisar si se justifica la existencia de la OEA ante una eventual conformación de la OEL, Organización de Estados Latinoamericanos. Estas declaraciones recogen el sentimiento de la mayoría de los latinoamericanos el cual no es otro que la OEA de hoy en día quedó reducida a ser un instrumento para que los países latinoamericanos y las naciones anglófonas del Caribe puedan “congeniar” con Estados Unidos y Canadá.
Prueba notoria de ello fue la reciente “interpelación que el Congreso de los Estados Unidos le hiciera al señor Insulza, el cual es nada más y nada menos que el Secretario de la OEA, y en la que, por cierto, este afirmó que no existían elementos para afirmar que Venezuela financiara a grupos terroristas. El donde y como se llevaron a cabo estas declaraciones definitivamente dejó un sabor rastrero dentro de una organización de la cual los Estados Unidos es apenas uno más de sus miembros. Parecía que la OEA fuese, como en efecto lo fue en el pasado reciente, una oficina de asuntos hemisféricos del congreso de los Estados Unidos. ¿ Como es posible que el señor Insulza haya tenido que ir a contestarle preguntas a un grupito de representantes republicanos en vez de este citarlos a la sede de la OEA en Washington?, si tenían algo que preguntar lo podían hacer perfectamente a través del embajador de los Estados Unidos ante la OEA. Si esto hubiese ocurrido en Venezuela seguramente al señor Insulza lo hubiesen tildado de chavista pero como lo hicieron los gringos entonces todo esta en orden ¿ Que vaina es esa que los alcones preguntan y el señor Insulza responde como si el tuviera que aclarar personalmente dudas a cuanta patraña se le ocurre a una célula de genocidas ? Y para remate el muy sumiso les respondía en perfecto ingles, no joda.
Razón tiene el presidente Correa al proponer una organización que vaya más allá de la UNASUR y que termine definitivamente de involucrar no solo a las naciones del cono Sur sino a toda Latinoamérica y el Caribe. Las asimetrías que los países latinoamericanos tienen con los Estados Unidos y Canadá dejan en evidencia que nuestros intereses no pueden ser vistos dentro de un mismo bloque, sino que ellos allá tratando de exprimirnos y nosotros aquí sacudiéndonos las recetas del FMI y del Banco Mundial para abrir nuevas brechas hacia la justicia social, y muestra contundente de esta realidad es que los gringos ya “picaron” el continente con la versión del siglo XXI del muro de Berlín, cazando mejicanos como animales.
Ciertamente no podemos olvidar que existen nostálgicos de la noche neoliberal como Calderón, Garcia, Uribe, etc pero por unos pocos gobiernos lacayos no podemos detener un proceso inercial que de una u otra forma nos permitirá contener el gran saqueo que intentará el Imperio una vez mermado su chantaje financiero mediante los “papelillos” verdes que ya no valen ni la tinta con que son impresos. .
No podemos continuar bajo la ilusión de la guerra fría, en la que nuestro hemisferio es parte del lado de los buenos y de Europa para allá están los malos. El esquema más acorde es que Estados Unidos y Canada pertenecen a la OTAN y que de Mejico para abajo, a pesar del TLC que este tiene con sus verdugos, esta otro bloque de intereses completamente distinto y que no hay razón alguna para que nuestras políticas tengan que concertarse con miembros de un bloque que además de ser obsoleto lo que intenta es esconder la realidad de siempre la cual no es otra que Norteamérica y Europa siguen explotando, y tratando de conquistar a las naciones Latinoamericana, Africanas y del Medio Oriente.